El 23 de agosto de 1913 fue eregida la parroquia de C.Q. El primer cura párroco fue el Pbro. Moisés Salas quien ocupó el cargo hasta el año de 1916. El segundo fue José G. Anibano (1916) luego llego Nicolans stappers(1917).
Para 1951 se suma a la lista en el puesto 25, Eladio Sancho Cambronero quien se queda al frente de la parroquia hasta 1976. Le tocó trabajar a la par de Roman Arrieta Villalobos (1953), José Rafael Barquero Arce (1957-1961) quienes llegaron a ocupar puestos de obispo en nuestro país.
Primer Templo Católico en Ciudad Quesada.
Desfile del 15 de set. frente a la catedral de C.Q. donde se ve la construcción de la torre de 40 metros altura y un sótano donde hay cuatro nichos, uno de ellos, para depositar el cuerpo del padre Eladio Sancho Cambronero, cuando muera. La torre se separa dos pulgadas de la catedral, son dos edificaciones distintas.
La cruz, sobre la torre, mide seis metros de alto. La base de la torre mide 22 metros por nueve metros hondo.
En la torre, aún quedan las viejas campanas de bronce utilizadas con el sistema de mecánico de sonido, las que fueron sustituidas por unas electrónicas programadas para repiquen cada media hora.
Más abajo, en la parte alta donde se ubica el coro, están las viejas reliquias de las imágenes de San Esteban, primer patrono de San Carlos y la de San Carlos Borrromeo, ambas hechas de madera. Esta última esculpida por el escultor Manuel María Zúñiga en los años 40. Ambas están cubiertas con bolsas plástica para evitar que la humedad las dañen. Estas imágenes tienen más de 60 años de ser parte del templo de Ciudad Quesada.
la construcción de la catedral inició el 11 de mayo de 1952 y finalizó el 12 de diciembre de 1979.
Según monseñor Eladio Sancho cuando se terminó de la obra se calculó que tendría un costo de ¢8 millones, tres de los cuales, fueron dados en especie. Hoy supera los ¢1500 millones según el cura.
Otra de las particularidades de la catedral es el sagrario que según cuenta el padre Sancho, fue mandado hacer a España, costara lo que costara. Tiene un tamaño de 75 centímetros de ancho por 45 de alto y 40 de fondo, todo recubierto en oro.
Pero sin duda, la imagen que más sobresale hoy es la del Cristo de la Ascensión que resalta en lo alto del altar. La obra fue hecha en fibra de vidrio por el escultor alajuelense Edgar Zúñiga, tuvo un costo de ¢80 mil, según el padre Sancho. Fue traída a finales de los años setenta y la donación corrió a cargo del finquero don Ernesto"Meco" Arguello.
Para traerla de Alajuela fue bastante difícil por el tamaño de siete metros de alto. En el viaje a Ciudad Quesada en muchas partes tuvo que pararse el tránsito para que pasara el camión.
Sepultados en los jardines
fuente: San Carlos Al Día y archivo personal.
En la torre, aún quedan las viejas campanas de bronce utilizadas con el sistema de mecánico de sonido, las que fueron sustituidas por unas electrónicas programadas para repiquen cada media hora.
Más abajo, en la parte alta donde se ubica el coro, están las viejas reliquias de las imágenes de San Esteban, primer patrono de San Carlos y la de San Carlos Borrromeo, ambas hechas de madera. Esta última esculpida por el escultor Manuel María Zúñiga en los años 40. Ambas están cubiertas con bolsas plástica para evitar que la humedad las dañen. Estas imágenes tienen más de 60 años de ser parte del templo de Ciudad Quesada.
la construcción de la catedral inició el 11 de mayo de 1952 y finalizó el 12 de diciembre de 1979.
Según monseñor Eladio Sancho cuando se terminó de la obra se calculó que tendría un costo de ¢8 millones, tres de los cuales, fueron dados en especie. Hoy supera los ¢1500 millones según el cura.
Otra de las particularidades de la catedral es el sagrario que según cuenta el padre Sancho, fue mandado hacer a España, costara lo que costara. Tiene un tamaño de 75 centímetros de ancho por 45 de alto y 40 de fondo, todo recubierto en oro.
Pero sin duda, la imagen que más sobresale hoy es la del Cristo de la Ascensión que resalta en lo alto del altar. La obra fue hecha en fibra de vidrio por el escultor alajuelense Edgar Zúñiga, tuvo un costo de ¢80 mil, según el padre Sancho. Fue traída a finales de los años setenta y la donación corrió a cargo del finquero don Ernesto"Meco" Arguello.
Para traerla de Alajuela fue bastante difícil por el tamaño de siete metros de alto. En el viaje a Ciudad Quesada en muchas partes tuvo que pararse el tránsito para que pasara el camión.
Sepultados en los jardines
fuente: San Carlos Al Día y archivo personal.
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